lunes, 19 de octubre de 2009

QUE POCA VERGUENZA Y MEMORIA TIENEN ALGUNOS

Me parece fundamental manifestarse, sea de la forma que sea, por lo que uno cree. En una sociedad democrática es una de las opciones que tiene el pueblo llano para dar un toque de atención a sus gobernantes. Desde que en este país terminó la dictadura, parece que el tema de las manifestaciones era algo exclusivo de la izquierda. Históricamente han estado más ligadas a los partidos progresistas. De un tiempo a esta parte, los partidos conservadores han empezado a salir también a las calles para manifestarse por aquello en lo que creen y, aunque sus manifestaciones hayan estado auspiciadas, bendecidas, amparadas e instigadas por la santa madre iglesia, me alegra ver que personas de todo pelaje salen a las calles a manifestarse y protestar por lo que creen.
Cualquier tipo de manifestación me parece un ejercicio saludable de democracia y que, por tanto, se tiene que realizar con la mayor coherencia, honestidad y poca hipocresía. Por eso cuando este fin de semana he visto en la manifestación contra la Ley de interrupción voluntaria del embarazo, en la que se pidió respeto a la vida y con lemas como Cada vida importa o aborto=genocidio, al que ha sido hasta ahora con mucha diferencia, el peor presidente democrático que ha tenido este país, se me revuelven las tripas hasta la nausea. Que un tipo como este, que empujó a España, cuando todo el país, votantes y no, estaba en contra, a participar en una guerra que se sabía ilegal y que obedecía a oscuros intereses (oscuros por lo petrolíferos), que trajo en su día consecuencias nefastas para este país y, sobre todo, para el país contra el que se dirigió aquella guerra preventiva y que convirtió el planeta en un lugar más triste, me parece de una falta de ética, de moral, de vergüenza y de un montón de cosas más, que me provoca el más profundo desprecio por este personaje. ¿Acaso las vidas de más del millón de muertos en Irak (cifras de la organización Just Foreign Policy) importan menos que otras?. Esta cifra, de ser real, superaría al genocidio de Ruanda. Me vuelven las ganas de reivindicar algo que en su día firmamos algunas personas a través de la página web de un partido político y es que se juzgue a los protagonistas de la foto de las Azores por crímenes contra la humanidad. A algunos por menos los juzgan y estos tres se han ido de rositas, uno a su rancho de Texas a amaestrar vacas, Biblia en mano, y a sacarse el graduado escolar; el otro a presentar su candidatura a presidente del Parlamento Europeo y el nuestro a dar conferencias por el mundo y a cultivar su faceta de intelectual de medio pelo mientras parte de su familia se hunde en el barco Gürtel. ¡Qué asco me das, Aznar!.
Un saludo, cosas malas

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