jueves, 19 de noviembre de 2009

ALAKRANA CONNECTION

De muchos, por no decir de todos, males que afectan a África, tenemos la culpa el llamado primer mundo. Por eso, cuando un grupo de piratas somalíes decide secuestrar un barco, y no digo que me parezca bien, está haciendo algo totalmente lícito cuando lo que se busca es sobrevivir en un país sin Estado. Lo único que hacen es rebelarse contra el expolio de sus recursos naturales. Si cuando la flota pesquera de un país del primer mundo decide entrar a saco con sus barcos atuneros a las aguas que desde siempre han servido de sustento y modo de vida de unos pocos, sin preocuparse lo más mínimo de que van a hacer esos pescadores con sus vidas, es normal que se mosqueen y actúen así. Y si gobiernos como el español, en nuestro nombre y sin nuestro permiso, paga lo que ha pagado por el rescate y los piratas para celebrarlo deciden casarse por todo lo alto o montarse unas orgías a base de sexo, drogas, alcohol y demás, pues ole sus cojones. A pesar de Los verdaderos piratas de toda esta movida llevan traje y corbata y no se han tenido que manchar las manos con este asunto, más bien se las están frotando de lo bien que les ha salido la operación. Mientras aquí, nuestros Piratas Particulares se frotan las manos pensando en el rédito político que van a sacar del asunto.
Tenemos lo que nos merecemos. E insisto, no lo digo por los marineros y por sus familias. Imagino el mal trago que habrá sido para ellos toda esta historia, como también imagino el de los 200 marineros secuestrados en 10 barcos y el de los dos periodistas que siguen desde hace un año en manos de piratas porque sus países, Australia y Canadá, se niegan a negociar. Con los piratas, como dice José Cendón, el fotógrafo secuestrado hace un año, o pagas o te quedas allí.
Un saludo, cosas malas

miércoles, 18 de noviembre de 2009

MOSEN ZEITGEIST

Ayer vi un gran documental llamado Zeitgeist. En la primera parte, llamada La historia más grande jamás contada, se describen los parecidos entre los mitos de distintas religiones anteriores al cristianismo con este, atribuyendo las mismas características a sus dioses, y dándole al origen de todas las religiones un sentido astronómico, para terminar planteando que la Iglesia Católica, como institución vinculada al poder desde el Imperio Romano, ha usado la figura de Cristo como justificación para reprimir y manipular las sociedades. Y aún siguen, por lo menos, intentándolo. Nada nuevo, pero muy bien contado.
Como resumen queda que todas las religiones teístas han sido el fraude de la era, sirviendo para separar y diferenciar al uno del otro, basándose simplemente en la explicación e interpretación que cada individuo quiera darle a nuestra efímera y terrenal existencia. Han respaldado la sumisión ciega a la autoridad, el no cuestionarse nada y creerse todo, funcionando con un sistema totalmente sectario. Y lo más importante, capacitar a ciertas personas a utilizar la religión y toda la parafernalia que la rodea para manipular y controlar sociedades, o al menos para intentarlo, basándose en discursos medievales e inquisidores. El mito religioso es el arma más potente que jamás se haya creado y abona el terreno para que otros mitos florezcan, algunos tan aberrantes y abominables como la justificación de ciertos crímenes en nombre de esa divinidad o el odio irracional hacia el que tiene otra creencia, que es lo que se plantea en la segunda parte del documental.
Mientras lo veía, venían a mi cabeza las palabras de la semana pasada del portavoz de los obispos, Mosén Camino, hablando de herejías, pecados mortales, barbaries morales, etc. con respecto al tema del aborto. ¡Que miedo dan estos señores con ese discurso tan apocalíptico!. Otra vez la Iglesia ha intentado controlar e influir sobre ciertos temas, cuando lo que tendría que hacer es estar callada. Y no estoy diciendo que este a favor o en contra de la nueva ley del aborto. De lo que estoy harto es de que sólo se pronuncien en estos términos cuando les conviene sobre temas que no son de su incumbencia, por ejemplo, cuando intentaban una rebelión civil contra la asignatura Educación para la ciudadanía o con su negativa a proporcionarles sus derechos a los homosexuales. Todavía no se han pronunciado de forma masiva con temas como los malos tratos, los abusos de menores (que tan a gusto practican muchos de sus miembros), o sobre el posicionamiento de algunos de sus miembros en el asunto Vasco. Y estoy harto de que ningún gobierno, viviendo en un estado laico, ponga las pilas a estos señores que están en las altas esferas eclesiásticas y les dice que lo que tienen que hacer es estar callados, que como no lo
hagan se les va a excomulgar de la democracia y que les obligue a abrir oficinas en todos los obispados para que los bautizados cuando carecían de uso de razón a quienes repugna su continua e interesada interferencia en los asuntos de Estado, puedan darse de baja de la secta. Y no estoy contra las creencias de cada uno. Uno puede creer en el tarot, en el sexo tantrico, en Jesús o en el mineralismo. Allá cada cual. Lo que me cabrea es el absolutismo, sectarismo, fundamentalismo, integrismo, totalitarismo y una serie de ismos más y que caracterizan a este negocio que se montaron algunos hace poco más de 2000 años.
A mí me pueden excomulgar, negar la comunión si se me ocurriese intentarlo, o las dos cosas. Me harán un favor.
Un saludo, cosas malas


martes, 10 de noviembre de 2009

EL VIAJE INTIMO DE LA LOCURA

Que Robe Iniesta es uno de los mejores y más personales escritores de canciones de España es algo que está fuera de toda duda, al igual que Extremoduro ha sido y es una de las bandas fundamentales y pioneras de un sonido y una forma de entender la música muy particular, basada en la personalidad, excesos y excentricidades de su alma máter.
Su última excentricidad ha sido lanzarse al mundo literario con un libro llamado El viaje íntimo de la locura. Este fin de semana he terminado de leerlo y lo he hecho, entre otras cosas, por respeto al trabajo y a la figura de Robe. Un libro de 369 páginas que, tras una solapa en la que cuenta que estamos ante una aventura que nos hará soñar y un prologo que promete, se quedan vacías, huecas, sin ningún fundamento ni sustancia, terminas con la sensación de finiquitar un mal libro. Desde luego en la solapa aciertan de pleno con la definición de que es un libro que nos hará soñar. Uno de mis momentos favoritos de lectura es en la cama, antes de dormir. Si el libro que estoy leyendo me engancha, soy capaz de robarle horas al sueño sin ningún problema. Este no ha sido el caso. Ha sido todo lo contrario. Me ha provocado un viaje íntimo al sueño más profundo.
Espero que las ventas, ya que imagino que todos los fans de Extremoduro lo hemos comprado, no le animen a seguir dedicándose a la literatura y vuelva a escribir canciones, que es lo que mejor se le da.
Eso si, sería impagable verlo en algún programa de Drago desentrañando el libro mientras se fuman unos porros mano a mano. A ver si así le encuentro algún sentido.
Esto me ha hecho coger el Retrato de un hombre inmaduro, último libro de Luis Landero, otro extremeño (como tiran las raíces) con más ganas de las habituales.
Un saludo, cosas malas

sábado, 7 de noviembre de 2009

LAPIDO BLUES

Ando estos días escuchando el último disco de Quique González, Daiquiri blues. Un disco magnífico, cargado de grandes letras y estupendas melodías. En él, ha seguido fiel a la línea que había trazado en sus discos anteriores: rock de raíz americana, mezclado con ciertos tonos jazzísticos y folkies y el toque hispano que le dan sus letras. Un trabajo que quizá no vaya a ser lo mejor de su carrera pero que por ello no deja de ser un pedazo de disco, posiblemente uno de los mejores de este 2009. Un trabajo de un artista que de haber nacido en Estados Unidos, sería una de las figuras más respetadas y reconocidas del panorama musical, estando a la altura de grandes bandas como Wilco, y que, sin embargo aquí va a pasar desapercibido para la mayoría. Disco que, como ya hiciera en otros, incluye una versión. En este le ha tocado el turno a José Ignacio Lapido, con su tema Algo me aleja de ti. Si aún no habéis escuchado el disco, hacedlo. Merece la pena. Y si aún no os han cautivado sus canciones, dejaos seducir por ellas.
Como seguramente muchos no conoceréis al autor de la canción que versiona, os pongo al corriente. José Ignacio Lapido es el mejor poeta y escritor de canciones de este país, aunque su reconocimiento popular no ha estado a la altura de sus soberbias letras. Todavía es más desconocido que el anterior.
Lapido formo parte de uno de los mejores y más ignorados grupos de rock de España: los granadinos 091. El fue su guitarrista y compositor y ya despuntaba con grandes letras, especialmente las de los discos Doce canciones sin piedad (posiblemente el mejor disco de la década de los 80), Tormentas imaginarias y Todo lo que vendrá después, su último disco de estudio antes de su concierto de despedida.
Descubrí a los 091 en el 89, siendo un adolescente de 15 años recién llegado a Zaragoza desde un pueblo a estudiar BUP, o al menos a hacer que estudiaba. La primera vez que los escuche fue en el programa Sangre Española, que presentaba un tal Cachi todos los días de 3 a 4 de la tarde. Desde el primer momento me cautivaron. Llegaba a las clases, que empezaban a las 3 y media, con el tiempo justo, absorto por las canciones de los grupos que iba descubriendo cada día en ese programa. Así me iba.
Me tuve que conformar con escucharlos en la radio. La propina mensual sólo daba o para salir o para cultura y con 15 años las ganas de comerse el mundo eran muchas. Eso si, me prometí que cuando tuviese algún ahorro me compraría ese disco, pero de siempre he tenido agujeros en los bolsillos así que la empresa era difícil y la tuve que posponer hasta el 93, año en que sacaron Tormentas imaginarias. Por aquel entonces ya manejaba algo de dinero gracias a los diversos trabajos que iba haciendo en los veranos, así que fui a comprarme los dos. Cual fue mi sorpresa cuando me dijeron que el primero ya estaba descatalogado. Dos años después, en 1995, publicaron su último disco de estudio, Todo lo que vendrá después. Un año más tarde anunciaban su disolución con un concierto en su Granada natal (por cierto que gran cantera rockera: Miguel Ríos, Enrique Morente, Lagartija Nick, formado por Antonio Arias, ex 091, Los Planetas, Hora Zulú, Dorian Gray,…)
Menos mal que, coincidiendo con su disolución y su último concierto, recopilaron sus discos de estudio hasta el 1991, es decir, los que habían descatalogado. Al menos los que crecimos con sus canciones pudimos adquirir su discografía comprimida en 2 CDS editados de manera muy cutre, desde la portada hasta el escaso libreto. Algo que no hacia honor a la grandeza del grupo, pero bueno, menos es nada.
Y como no hay mal que dure cien años, el último año del milenio pasado, justo antes del efecto 2000, Lapido volvió a la carga con sus Ladridos del perro mágico, impresionante trabajo que junto con el resto de los que ha ido publicando cada 3 años, nos lo devolvió a los que habíamos disfrutado con 091, pero siguió sin colocarlo en el lugar donde, por derecho propio, merece estar. Si Lapido hubiese nacido en EE.UU. estaría en el Olimpo en el que viven Dylan o Cohen. Otro caso parecido al de Quique González, pero, sin desmerecer a este, mucho más injusto. Si no conocéis a ninguno de los dos, este es un buen momento para dejaros empapar por sus magníficas canciones hasta el 2011, año en que, supuestamente, Lapido publicara su nuevo disco.
Un saludo, cosas malas