EMPEZAR ALGO

Hay dos momentos del año ideales para empezar algo:Enero y Septiembre.

El comienzo del año real y la vuelta a la rutina personal tras el verano parecen buenos momentos para comenzar algo. No importa si es una colección por fascículos para construir el Titanic o si son visitas semanales al gimnasio para intentar recuperar la forma perdida durante los excesos navideños y veraniegos y asi poder lucir musculatura o lorza, depende de cuanto se dure en esas camaras de tortura.

Al llegar Septiembre todos paramos un instante, bajamos un par de marchas el frenético ritmo veraniego y nos ponemos a pensar en que vamos a hacer este último trimestre antes de que vuelva a llegar el final del año y en Enero volver a replantearnos las cosas y volver a empezar algo. Este es otro de los ciclos de la vida.

El caso es que me he propuesto empezar este blog. No se cuanto va a durar. Los propósitos que te haces en Enero o en Septiembre no suelen durar mucho. Espero que en este caso sea una excepción, ya que todos los planes que me había hecho hasta la fecha duraban lo que dura el agua en un colador.

Aquí ire dejando pinceladas de todo lo que habita mi planeta para compartirlas con todos aquellos que quieran perder unos minutos de su tiempo y darse un paseo por este mundo. Prometo brevedad y cierta asiduidad.

Un saludo, cosas malas.