Que Robe Iniesta es uno de los mejores y más personales escritores de canciones de España es algo que está fuera de toda duda, al igual que Extremoduro ha sido y es una de las bandas fundamentales y pioneras de un sonido y una forma de entender la música muy particular, basada en la personalidad, excesos y excentricidades de su alma máter. Su última excentricidad ha sido lanzarse al mundo literario con un libro llamado El viaje íntimo de la locura. Este fin de semana he terminado de leerlo y lo he hecho, entre otras cosas, por respeto al trabajo y a la figura de Robe. Un libro de 369 páginas que, tras una solapa en la que cuenta que estamos ante una aventura que nos hará soñar y un prologo que promete, se quedan vacías, huecas, sin ningún fundamento ni sustancia, terminas con la sensación de finiquitar un mal libro. Desde luego en la solapa aciertan de pleno con la definición de que es un libro que nos hará soñar. Uno de mis momentos favoritos de lectura es en la cama, antes de dormir. Si el libro que estoy leyendo me engancha, soy capaz de robarle horas al sueño sin ningún problema. Este no ha sido el caso. Ha sido todo lo contrario. Me ha provocado un viaje íntimo al sueño más profundo.
Espero que las ventas, ya que imagino que todos los fans de Extremoduro lo hemos comprado, no le animen a seguir dedicándose a la literatura y vuelva a escribir canciones, que es lo que mejor se le da.Eso si, sería impagable verlo en algún programa de Drago desentrañando el libro mientras se fuman unos porros mano a mano. A ver si así le encuentro algún sentido.
Esto me ha hecho coger el Retrato de un hombre inmaduro, último libro de Luis Landero, otro extremeño (como tiran las raíces) con más ganas de las habituales.
Un saludo, cosas malas